Nuevas Constelaciones en Grupo en Madrid centro, Arguelles, Chamberí.

Este taller podrá realizarse en las siguientes convocatorias:

Sábado 18 de mayo, de 16:30 a 20:00 horas.

Sábado 22 de junio, de 16:30 a 20:00 horas.

¿Cómo se trabaja en una constelación en grupo?.

La persona que constela, define brevemente su tema a tratar, por ejemplo: la relación con su pareja.

El constelador hace un trabajo interior poniéndose al servicio de la persona y de todo su sistema familiar e indica a la persona qué representantes son necesarios para realizar su constelación. Por ejemplo, un representante para la persona que constela, un representante para su pareja, y otro representante para su relación, en el caso del ejemplo anterior. 

La persona que constela, se deja guiar por su ser interior y elige entre todos los particpantes que asisten al taller, los 3 representantes que necesita su constelación en el ejemplo que hemos puesto. También, el constelador puede hacer esta elección a petición del cliente si éste lo requiere.

Y a partir, de este momento comienza la constelación, los 3 representantes se colocan en el espacio de la sala y dejan que el "movimiento del alma" (energía que mueve el campo de las constelaciones), les guíe por la sala.

Los movimientos se realizan de forma lenta y muy concentrados sin hablar entre ellos. Es como una meditación activa. Todo el grupo participa de la constelación con un profundo respeto y abiertos a la experiencia. Cualquier otra persona del grupo, puede participar de la constelación, si siente que algo le mueve aunque no sepa a quién está representando.

En un taller de grupo, se produce una profunda sanación entre todos los sistemas familiares que están participando, ya que existe una gran resonancia en todo el grupo, y el hecho de que una persona represente determinada cosa o los temas a tratar no son casualidades.

No es necesario indicar quienes son todos los representantes que están participando. Todo el trabajo se realiza a un nivel insconsciente y guiados por una fuerza más grande que nos permite observar, qué hay detrás de ese tema que estamos trabajando. Salen a la luz cosas muy importantes que ocurrieron en la familia y necesitan ser vistas, honradas y aceptadas para llevar a cabo, su sanación. Por tanto, nos dejamos guiar por lo que observamos, sin pretender analizarlo o entenderlo o darle una explicación, sólo nos dejamos guiar por lo que estamos sintiendo y observamos la imagen con un profundo respeto y humildad.

En algunas ocasiones, el constelador puede indicar al cliente qué diga alguna frase a algunos de los representantes: "Mámá, gracias por la vida que me has dado", "renuncio al pasado", "en mi corazón, tenéis un lugar para la reconciliación", "elijo la vida" etc.

Las frases tienen que ser interiorizadas por el cliente antes de decirlas, ya que si el cliente en el fondo, no las siente o no quiere realizar el trabajo reconciliador que precisa la constelación, no tendrá ningún valor decir la frase sin más, y eso, se reflejará en la imagen que estamos viendo.

Para ello, es fundamental que la persona que constela, esté en su Estado Adulto de la personalidad, se abra a la constelación sin juicio, sin pretensiones, y queriendo reconciliar y sanar aquello que se muestre, aunque nos duela o nos cueste asumir nuestra responsabilidad, para despedirnos del pasado, honrando y agradeciendo todo lo que ocurrió tal y como fue, aunque no lo entendamos o no estuviésemos presentes, para incluir todo y a todos en nuestro corazón, porque todos forman parten de nuestro sistema familiar, a la vez que dejamos con ellos todo lo ocurrido y elegimos vivir nuestra propia vida.

"La paz en la familia no es ni sencilla ni cómoda. El que ama la paz y la sirve, mira de frente la carga, la culpa y el dolor, da a todos los miembros de la familia un sitio en su alma, aunque sean diferentes a como los demás desearían o creían que eran. Se enfrenta al reto y a la controversia que conlleva reconocer a los otros como iguales y amarles".

                                                                                                                            Bert Hellinger.